martes, 23 de noviembre de 2010

Neruda es el mal


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
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Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
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El viento de la noche gira en el cielo y canta.
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Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
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En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
¡La besé tantas veces bajo el cielo infinito!
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Ella me quiso, a veces yo también la quería.
¡Como no haber amado sus grandes ojos fijos!
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Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido,
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Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
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Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
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Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
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Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
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La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
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Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise!
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
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De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
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Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
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Porque en noches como ésta, la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
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Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

viernes, 19 de noviembre de 2010

El Ladrón de Orquídeas


"Yo quería apasionarme por algo tanto como la gente se apasionaba por esas plantas, pero eso no va conmigo. Supongo que sí tengo una pasión confesable: quiero saber lo que se experimenta al sentir tanta pasión por algo".


Ayer vi esta película. Me encantaría poder hablar de lo que me ha hecho sentir sin estropearlo, o convertirlo en una amalgama de palabras sentimentaloides, cosa de lo cual hay un elevado riesgo. Peeero me remitiré a dar mi opinión lo más sinceramente posible.

Debo reconocer, en primer lugar, que ella es, de todos los personajes, la que me ha robado el corazón. En parte porque Meryl Streep es uno de mis grandes amores platónicos de la pantalla y sumándolo a que el personaje que interpreta me resulta muy cercano.

Y aparte de este contacto con ella, también el protagonista me transmite muchas cosas que no me son desconocidas. Personalmente me ha parecido una gran película, y no desperdiciaré vuestro tiempo destripándola: vedla. Merece la pena.


lunes, 25 de octubre de 2010

Excursión a Riotinto

Bueno, dándole vueltas al tema de las fotos para Caminos de Hierro di con el parque minero de Riotinto y su material ferroviario. Llamé, hice una petición de permiso por escrito para utilizar su material para las fotos exponiéndoles mi idea y me acogieron este fin de semana.

No solo han sido de lo más amables, sino que no me esperaba para nada que me dejasen usar el "Vagón del Marajá", que no está permitido visitar por dentro, para hacer las fotos. Era mucho más de lo que esperaba y cuando entré allí dentro y vi lo bonito que era, casi me echo a llorar de la emoción. Fue soltar los bártulos y no sabía por donde empezar. Les mandaré una foto como agradecimiento cuando pase toda la historia del concurso. ¡Aquí algunas fotos del Making off!











martes, 5 de octubre de 2010

lunes, 4 de octubre de 2010

Instrucciones para dar cuerda al reloj.


Piensa en esto: cuando te regalan un reloj, te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan – no lo saben, lo terrible es que no lo saben –, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Y lo más horrible es que es uno de los regalos estrella de cualquier evento o compromiso. Es más, creo recordar muy específicamente un cumpleaños en el que recibí tres relojes de mesa y dos de correa. Dos de los de mesa, eran exactamente iguales, recien sacaditos de Don Regalón.


Y lo más paradójico de todo, es que siempre he detestado llevar cosas en las muñecas. Y en los dedos. Miras ese cajón lleno de pulseritas varias de mercadillo que tus abuelos te traen siempre de sus viajes, específicamente esa que reza en la parte superior Fuengirola y que contiene colores muy chillones en su estructura. O tu signo zodiacal, en su defecto.

Los humanos somos muy extraños, en vez de aligerarnos peso tendemos a echarnos constantemente más y más cosas encima. Y para más inri, no solo te regalan un instrumento infernal que esperan que lleves abrazado a tí, sino que además marca tu ritmo con sus pequeñas y finas agujitas. Porque claro, en este día a día en el que vivimos el tiempo es algo que se compra, se vende, se cambia... Y como si no fuera suficiente llevarlo pegado al culo, también debes llevarlo en la muñeca, moviéndose impasible para recordarte que debes seguir el ritmo, que no puedes detenerte.

Los relojes tienen gran parte de culpa de que la mayoría de personas que viven ahogadas por el día a día acaben visitando psicólogos, psiquiatras o saltando a vias de trenes. No conozco a una sola persona hoy por hoy que no tenga un reloj, y muchisimo menos a nadie que teniéndolo no sea un rendido y completo esclavo a su servicio. ¿No es acaso un instrumento temible? Tan pequeño, tan poca cosa, tan elaborado y a veces incluso tan bello.

Sin embargo lo aceptamos, sonreímos e incluso lo utilizamos. A veces solo los primeros tres días, como en mi caso, hasta que terminas odiando el pequeño surco enrojecido que maltrata tu muñeca. Otras hasta que su correa decide poner a prueba la resistencia de materiales de la que está elaborada. Pero no importa, porque así como nosotros somos esclavos de los relojes, los relojes solo son instrumentos que trabajan sin descanso al servicio del tiempo, y éste, impasible, tampoco los perdona a ellos.


lunes, 14 de junio de 2010

Conociendo mejor a Elina Brotherus




Estudiando para historia de la fotografía, como siempre me gusta rebuscar y escarbar por internet cuando la obra de un autor realmente llama mi atención, me topé con los fragmentos de una entrevista a esta mujer en el articulo Ordinary Days y creo que conocerla un poco mejor ha hecho que su obra llegue mucho más a mí.

Consigue profundizar en ella misma, en su vida, sus sentimientos, pero lo hace con tal sutileza y elegancia que nadie podría decir que esté revelando su intimidad. ¿Cómo puede alguien ser discreto al mostrarte sus sentimientos? Ella lo hace y eso es algo que me ha impresionado.

Algunos de los fragmentos que más me han llamado la atención:

“Hice la serie Wedding Portraits (Retratos de boda, 1997) cuando me casé, Divorce Portrait (Retratos de divorcio, 1998) cuando me divorcié, y I hate sex (Odio el sexo, 1998) cuando tuve ese sentimiento. No estaba mostrando diversos papeles de la mujer, sino mi propia vida, e intentaba captar algo genuino y verdadero sobre ella en las fotos.”



“Esperaba al menos que los cuadros se elevaran sobre el nivel personal para llegar a ser universales -el arte demasiado íntimo es un poquito desagradable. Ésa es la razón por la que intenté mantener un lenguaje ascético y contenido: no quería que las fotos gritaran: ¡mira, soy desdichada, ten pena de mí!”



¿Qué más puedo decir? Su obra me ha cautivado y ella también. Seguiré pendiente de su existencia.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Cementerio de Sevilla







Hay cementerios solos,
tumbas llenas de huesos sin sonido,
el corazón pasando un túnel
oscuro, oscuro, oscuro



Como un naufragio hacia adentro nos morimos,
como ahogarnos en el corazón,
como irnos cayendo desde la piel del alma.



Hay cadáveres,
hay pies de pegajosa losa fría,
hay la muerte en los huesos,



como un sonido puro,
como un ladrido de perro,
saliendo de ciertas campanas, de ciertas tumbas,
creciendo en la humedad como el llanto o la lluvia.



Yo veo, solo, a veces,
ataúdes a vela
zarpar con difuntos pálidos, con mujeres de trenzas muertas,
con panaderos blancos como ángeles,
con niñas pensativas casadas con notarios,
ataúdes subiendo el río vertical de los muertos,



el río morado,
hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte,
hinchadas por el sonido silencioso de la muerte.



A lo sonoro llega la muerte
como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.



Sin embargo sus pasos suenan
y su vestido suena, callado como un árbol.



Yo no sé, yo conozco poco, yo apenas veo,
pero creo que su canto tiene color de violetas húmedas,
de violetas acostumbradas a la tierra,



porque la cara de la muerte es verde,
y la mirada de la muerte es verde,
con la aguda humedad de una hoja de violeta
y su grave color de invierno exasperado.



Pero la muerte va también por el mundo vestida de escoba,
lame el suelo buscando difuntos;
la muerte está en la escoba,
en la lengua de la muerte buscando muertos,
es la aguja de la muerte buscando hilo.



La muerte está en los catres:
en los colchones lentos, en las frazadas negras
vive tendida, y de repente sopla:
sopla un sonido oscuro que hincha sábanas,
y hay camas navegando a un puerto
en donde está esperando, vestida de almirante.



(Sólo la Muerte - Pablo Neruda)



martes, 9 de febrero de 2010

La corte de los espejos


Mis últimas fotuelas de estudio, aún estoy trabajándolas y de momento esto es lo que tengo. Los personajes pertenecen a la historia de una buena amiga mía y poco a poco iremos personificándolos a todos. Pasaos a leerla por su blog que está la historia al completo si empezáis desde la primera entrada que publicó: http://cortedelosespejos.blogspot.com/


Muchas gracias a Concha por permitirme dar vida a sus personajes y posar para hacer de Nicasia, y muchas gracias a Lola por hacerme de Dama Mirlo y ser tan paciente conmigo.



La protagonista, Nicasia

Un personaje la mar de entrañable. Es una ingeniera gruñona y malhumorada pero que, por mucho que le pese y que trate de esconderlo, en el fondo se preocupa por la gente. Tiene mucho carisma y te enamoras de ella desde que comienzas a leer la historia.


Dama Mirlo

A esta mujer la conocemos un poco más adelante en la historia. Es una criatura realmente misteriosa, que nos llama la atención rápidamente por ese halo de incertidumbre que rodea a todo lo referente a su persona. Nunca sabes lo que está pensando, pero sólo con ver esa mirada fría se nos ponen de punta los pelillos del brazo.


Espero que poco a poco pueda fotografiarlos a todos. Y a vosotros os aconsejo que os paséis y la leáis, no os dejará indiferentes.