Autorretrato

Somos muñecos. Muñecos que meten en un colegio desde que prácticamente tienen edad para pensar, nos enseñan cómo son las reglas y condiciones del juego y no paran de recordárnoslo toda la vida. Siempre piensas que algún día terminarás tu formación y te cortarán las cuerdas de marioneta. Pero cuanto más pasa el tiempo, más vamos comprendiendo que el único que puede hacer eso es uno mismo. Porque si quieres vivir al margen de lo que te han preparado por narices, tienes que romper con muchas cosas. Con tu ordenador, con tu batidora eléctrica, con tu lavaplatos, con tu mesa de ikea, con tu coche, con tu dinero. Y estamos atrapados en esa sociedad consumista porque nos han enseñado a pensar y sentir que necesitamos todo eso. Y cuesta mucho trabajo romper con ello.

En mi caso, he aprendido muy bien mi papel. El de utilizar la imagen para manipularlo todo. Para conseguir las cosas que quiero. Y en vez de rechazarlo, estoy jugando, también, como todos los demás. Y es repugnante.

Por eso, a veces, aunque sea una muñeca, me escondo de todo eso. Me encierro en mí misma y le doy la espalda a todo. Porque cuando veo cómo funciona este mundo y el papel que me ha tocado representar en él, uno que no he elegido yo, me entran ganas de romper cosas. Así que me doy la vuelta. Esta sociedad de muñecos de plástico tiene demasiados problemas por naturaleza como para buscarse más por su cuenta. Y, sin embargo, aquí seguimos. Comiendo la mierda que nos venden. Estudiando carreras de largos años para acabar trabajando de lo que toque. Y si por casualidad te sales de tu papel, consigues dos trabajos y ganas más dinero del que sueles conseguir al año, Hacienda se ocupa de recordártelo. Atrapados. En el juego. Como muñecos.

Así es como me veo yo. Por lo tanto, mi autorretrato no podría haber sido de otra manera.

"La liberté consiste à faire tout ce que permet la longueur de la chaîne."
(La libertad consiste en hacer todo lo que te permite la longitud de la cadena)

Français Cavanna